Compresa fría: dolor de cabeza, fiebre, dolor de muelas, golpe de calor, escaldadura, tirón muscular, esguince, hemostasia de heridas, tratamiento de belleza, etc. Compresa caliente: artritis, reumatismo, dismenorrea, malestar estomacal, espondilitis cervical, ciática, distensión muscular lumbar, etc.